Desde David W. Griffith con “El nacimiento de
una nación” e “Intolerancia” y Sergei Eisenstein, con películas como “El
acorazado Potemkin” u “Octubre” , entre otras, la película histórica se ha
desarrollado en varias direcciones, la película bíblica, bélica, de evocación
histórica, contemporánea, biográfica, y
estuvo en la mira de grandes directores como Akira Kurosawa, Ingmar Bergman,
Francis Ford Coppola, Oliver Stone, Steven Spielberg, Theo Angeloupulos, Zhou
Xiaowen, Luchino Visconti, Roberto
Rosellini, Volker Schlöndorff, Werner Herzog,
etc.
El enfoque cinematográfico de la
reconstrucción de la historia articula la objetividad con la subjetividad, la
investigación de los hechos y la transformación de los registros fácticos en
historias de vida, lo que supone un acto de interpretación cuya opción que se
debe por igual a las nuevas condiciones culturales del momento de la
realización cinematográfica como a la propia subjetividad de la instancia
creativa.
Observemos como se recrea un momento de la
historia del Perú en el película “ Aguirre, la ira de Dios” ( 1972) de Werner
Herzog, que narra el viaje del
conquistador español Lope de Aguirre por la cuenca del río Amazonas en busca de
la ciudad de oro de los incas conocida como El Dorado. Nos interesaría
profundizar en el punto de vista del relato así como en el carácter
representativo y simbólico de esta lectura, representativo para los hechos que
fueron, simbólico para la
interculturalidad almacenada en ella.
Aguirre, la colère de Dieu
La Película Completa:
Esta manera de abordar el cine histórico es
válida para toda película que se propone reconstruir hechos pasados. Además,
siempre habrá un enfoque intercultural y un recurso intertextual.
En algunas oportunidades, este pasado es
reciente, y entonces el discurso asume un carácter de documento, que se puede
ubicar en el territorio de la descripción o de la narración, la apreciación, la demostración o
la argumentación. Pero no hay
posibilidad alguna de excluir la subjetividad. Observemos dos ejemplos del cine
de Sergei Eisenstein, el primero
relacionado con hechos reales, el segundo ficcional. Los dos se identifican con
la misma carga emocional y en mismo tratamiento estético, que los ubica en el
marco de la apreciación.
Oktober by Sergei Eisenstein
Minutos finales de "La huelga"
(1925) - Sergei Eisenstein
La subjetividad puede pasar en primer plano
cuando se quiere subrayar el mensaje de la lectura, dando por sentado el conocimiento
de los hechos.
Un caso ejemplar es “ La mirada de Ulises “
, cuya historia recorre los Balcanes, para centrarse en la Bosnia en guerra. Los símbolos se nutren
de las referencias a la Odisea de
Homero, la novela Ulysses de Joyce, las
obras de Shakespeare, etc. En la escena siguiente, justo se representa una
escena de Romeo y Julieta, en plena guerra, en una ciudad destrozada, hundida
en una niebla simbólica, que parece hace invisible su tragedia ante la mirada
de los demás. Se enfatiza así la polaridad Eros – Tanathos, el impulso de
sobrevivencia y el impulso de destrucción, que incluye la autodestrucción. La
guerra es enfocada no sólo a través de los hechos sino también a través de su
transversalidad en la condición humana.
Ulysses´
Gaze Best Scene
Mihaela
Radulescu