lunes, 27 de agosto de 2012

El Documental, entre lo subjetivo y lo objetivo


El cine documental muestra su vocación de registrar/documentar/preservar/difundir realidades, oponiéndose al desconocimiento, al olvido, a la incomprensión, a través de discursos tan diferentes como pueden ser, a partir de una autoría  única, subjetiva, parcial y persuasiva . En una continua batalla entre lo subjetivo de la autoría y lo objetivo de la vocación histórica, el cine documental se ha diversificado a través del tiempo, reformulando permanentemente su estatus, medios y lenguaje.
Partiendo de la premisa que al escoger y combinar signos actúa siempre una intención comunicativa que implica una interpretación de la realidad representada, observemos algunos casos referenciales en el mapa del cine documento, una denominación que captura con mayor fidelidad la esencia de esta orientación cinematográfica, ya que – en todos los casos – estaremos ante un documento de la visión del autor en cuanto a la realidad representada y , necesariamente, significada.
Comencemos con un enfoque clásico, donde el discurso se apoya en la narración que argumenta, con voz  e imagen, un cierto punto de vista y una idea: el estado generalizado de la inconformidad y protesta estudiantil a fines de los 60, a partir de una de las primeras globalizaciones de la crisis recurrente del siglo XX:

1968, un mundo en convulsion Documental

Estamos ante un proyecto de expresión objetiva, que se apoya en el uso de materiales auténticos, de videos y fotos.
Las fotos y los videos son registros que sustentan a menudo una lectura histórica, aunque su edición puede  asumir el punto de vista del autor, a través de determinada estética, como en  "Terminal Bar" (Sheldon Nadelman, 2003), donde centenares de fotografías en blanco y negro cuentan la  historia de este bar emblemático de Nueva York de los '70 :

TERMINAL BAR [Sheldon Nadelman, 2003 - V.O.S.E.]


Como también pueden transformar el punto de vista del autor  en un componente activo, con funciones varias, críticas o lúdicas, como por ejemplo en este documental experimental sobre la edad de oro del cine argentino que se apropia de la estética de las "Historia(s) del cine) de Jean luc Godard.

Historia de una fascinación

La intertextualidad es un camino que inserta el cine documento en la red de signos culturales y enfatiza esta percepción: antes que historia, el cine documento es cultura. Cultura que se define en el eje Individuo – Colectivo. Observemos un caso particular, donde esta dialéctica es planteada expresamente, como eje de la representación de un “Yo en el contexto “. Es el caso de autorretrato documento realizado por Godard :

JLG/JLG. AUTOPORTRAIT DE DÉCEMBRE [Jean-Luc Godard, 1994 - V.O.S.Esp/Eng/Port]
(54 minutos)


Es evidente que el tema del cine - documento influye en su identidad, incluyendo el concepto, la construcción discursiva, la estética. Un buen ejemplo es cuando el documento refiere un acto artístico, lo que conlleva a menudo a una simbiosis expresiva, como en el caso de:

ŒDIPUS / BÊT NOIR - WIM VANDEKEYBUS / ULTIMA VEZ

Finalmente, llegaremos a los casos extremos: el límite entre el cine de arte y el cine documento; y el falso documental. Habrá que pensar en los films de Banksy (Banksy - Exit through the gift shop http://www.youtube.com/watch?v=kexA6vNLwFc&feature=related 


y Banksy Show • Bristol City Museum • Film 2009  http://www.youtube.com/watch?v=nFM8Gnmwdug).

El debate está abierto y el mapa actual del cine documento provoca no una sino varias exploraciones.   
Mihaela Radulescu

domingo, 19 de agosto de 2012

Cine e Historia


El cine es un espacio de interacciones: entre lenguaje, culturas, textos, semióticamente hablando,  géneros, artes y disciplinas. El concepto de lenguaje tiene varios niveles; hablamos de dos lenguajes modelizadores primarios, que es el lenguaje de la imagen y  el del audio ( palabras, música, ruidos, silencios ) luego de un  lenguaje modelizador secundario, que el del arte audiovisual, como voluntad comunicativa y autorreferencia como identidad y estética.
Como en todas las formas actuales del arte, estas dos fuerzas actantes están en permanente transformación.  Hay un cine que representa y significa realidades u otro que las crea, desde los referentes existentes. Hay un cine que se ubica en el límite de la representación fiel de la realidad y la representación simbólica de la misma. Hay un cine que opta por el audio, otro por la imagen y otro por el equilibrio argumentado entre los dos.  Hay un cine que cultiva la espontaneidad ( real o simulada ) y otro que opta por una compleja construcción estética. Las transformaciones son precedidas siempre por tensiones.
El carácter abierto, conectivo a interactivo del cine con las demás formas de la imaginación humana es la fuente misma de su fuerza y expansión. Me gustaría observar algunas interacciones para resaltar esta fuerza en la más clara y sencilla asociación: la asociación con la realidad histórica, desde un enfoque simbólico.
Theo Angelopoulos - Ulysses' Gaze


White Nights Baryshnikov (Vysotsky "Horses")

En la primera secuencia, descriptiva y  argumentativa, “la historia que fue” es llevada por el río, a contracorriente, junto con la monumental escultura de Lenin, en fragmentos, mientras que la gente corre por la orilla para asistir a la salida de sus vidas de este símbolo de poder que determinó destinos de países y gente. Toda la secuencia remite al  pensamiento deconstructivo de la historia vivida, ahora carente de uso.
En la segunda secuencia, narrativa y apreciativa, la construcción del personaje que se rebela y protesta contra la dictadura, reúne en su manifestación expresiva discursiva los recursos de la danza, de la actuación, de la música. Es un conglomerado de tensiones: en el gran teatro oficial de ballet de la URSS se escucha de música de protesta de Vysostsky y se ve bailando a otro rebelde, retenido por la policía.  El carácter de la música, de las palabras, del baile son convergentes: una energía incontenible, explosiva, imposible de arrodillar o domar, cuyo impulso fundador es la libertad.
Las dos secuencias remiten  a momentos diferentes de la misma historia, la historia del comunismo soviético, proponiendo la comprensión del mismo punto de vista: las reacciones de la gente ante la manifestación de su poder y la pérdida del mismo.
Es fácil encontrar el tratamiento narrativo descriptivo de la historia en muchas películas, y nunca falta la voluntad argumentativa. Por esta misma razón, hay cierta propensión en el uso y planteamiento de la información que se proyecta hacia el carácter de documento. Por esta razón, “ El hombre de hierro “ de Andrej Wajda estremeció al Estado polaco y contribuyó en un % a su caída.  Por la misma razón, las películas últimas de Godard despiertan perplejidad más no rechazo: la historia está allá, aunque no tengamos abiertas las puertas grandes para su comprensión. Y por este mismo  motivo, “ Bastardos sin gloria “ de Tarantino ha levantado tantas críticas. ¿Cambiar la historia en una película y cambiarla radicalmente, es posible o no? He aquí el asunto de la autorreferencia de una película, en tanto que estatus y posibilidades. Es un interesante tema de conversación.
Mihaela Radulescu