domingo, 1 de junio de 2014

El discurso del tiempo


Entre los parámetros organizacionales del lenguaje, el tiempo es una categoría discursiva fundamental que define una serie de características del film: la manera de relatar la historia, la duración asignada a cada unidad temporal, el ritmo. Entre las formas de utilización del tiempo fílmico mencionamos la condensación, la  distensión, la dilatación,  la continuidad, la simultaneidad, el flash back, el tiempo psicológico, la  elipsis, la repetición, el congelamiento, tiempo real. En el manejo de la categoría de tiempo se encuentran los recursos para representar el pasado,  representar el paso del tiempo, el tiempo vivido como aquí / ahora y el tiempo de la memoria, el tiempo de un conjunto menor o mayor de gente, vivido en simultáneo pero diferente; se encuentran también recursos para modular el punto de vista y proponer al espectador lecturas simbólicas.
Muchos teóricos se ocuparon de la construcción temporal en el cine. Entre ellos, Gilles Deleuze,  en "La imagen-movimiento" (1983) y "La imagen-tiempo" (1985). Para Deleuze, el cine nos ofrece imágenes-movimiento, no imágenes en movimiento, por lo cual el cine sería una nueva forma de percibir y pensar el mundo, más allá de la percepción natural.
Cada película tiene su propio diseño – discurso del tiempo. Otras se ocupan del tema tiempo en tanto que concepto.
Algunos ejemplos de la importancia del tiempo, no sólo como componente estructural de la organización fílmica sino como discurso y concepto.  “ Resplandor” de Kubrick tiene una continuidad de tiempos psicológicos que crean escenas que no reproducen el desarrollo narrativo real de la historia, sino escoge sólo los momentos – clave para el desarrollo psicológico dramático de la película, creando para el espectador la necesidad de relacionar estos momentos en una línea argumentativa de desarrollo.

“ Irreversible “  de Gaspar Noé va en contra del desarrollo cronológico del tiempo y narra la historia desde el final, en un enfoque conceptual que tiene que ver con la búsqueda de la verdad.

 
“ El día de la marmota “ de Harold Ramis refiere una repetición constante del mismo día, proponiendo la interrogante metafórica de la ruptura de la rutina, del cambio y reconstrucción de uno mismo.

“ Memento” de Christopher Nolan enfoca la fragmentación del tiempo – memoria.



“ Asesinos por naturaleza” de Oliver Stone trabaja el  flash back, la condensación, la dilatación en un mosaico de segmentos con tratamiento discursivo diferente, en un planteamiento irónico de representación global de un fenómeno.

“ El efecto mariposa” de Eric Bress trata del  intento frustrado de cambiar el tiempo – destino .


“La fuente de la vida “ de Darren Aronofsky recorre épocas y niveles de existencia, articulando el nivel histórico con el nivel simbólico del tiempo – existencia.

“ La máquina del tiempo” de Simon Wells lleva adelante el deseo de conocer el futuro y modificar el pasado, lo que remite el deseo oculto de ser el dueño del tiempo.

 “El misterioso caso de Benjamin Botton”  de David Fincher enfoca la vida humana desde el final hacia el comienzo, en una metáfora del cambio de la condición humana en tanto que aprendizaje y realización.

“ Tiempos violentos ” de Quentin Tarantino, film integrado por episodios, desordena su sucesión, obligando al espectador a una revisión final del orden de los acontecimientos y a un esfuerzo de conectar informaciones.

Los ejemplos pueden continuar desde luego: lo importante es ver las funciones y alcances del tiempo en una película y por lo general en el universo cinematográfico.
Mihaela Radulescu / 28 de mayo del 2014
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario